Un testimonio de amor compartido

Hace unos años una pareja en busca de su retiro soñado, anhelaba un lugar especial frente al mar donde pudieran encontrar paz y serenidad. Su búsqueda los llevó a explorar las costas de todo el país, hasta que un destino mágico los detuvo en la encantadora localidad de Dzilam de Bravo, Yucatán. Ahí, la belleza paradisíaca y la tranquilidad de la zona los envolvieron de tal forma que olvidaron por completo su misión original.

Un día mientras la pareja apreciaba la caída del sol, el destino les reveló su respuesta. En un instante de profunda conexión, comprendieron que habían encontrado el lugar perfecto. No tenían planeado crear este refugio de paz, pero en aquel momento de claridad, decidieron que sería egoísta guardar para sí mismos aquel oasis y así es como nace  la idea de Casa Blanca, un escape a la orilla del mar que enamora a visitantes de todo el mundo.

En casa blanca los días se deslizan sin prisas

Ideal para quienes vienen de tierras lejanas en busca de la auténtica belleza de México.

Galería

¿Qué dicen nuestros huéspedes?

“Simplemente mágico, definitivamente regresamos”

“La vista, la comida y el servicio valen totalmente la pena”

“No tenía idea de este lugar y me pareció increíble el concepto”